
1. Vigila tus pensamientos. Todo lo que sucede en este momento en tu vida es el resultado de los pensamientos que tuviste en el pasado. Para crear futuro exitoso, desde hoy piensa positivamente sobre tu salud, tus finanzas y el amor. Repite: “estoy en el proceso de recibir cosas buenas”, si lo crees, ¡así sucederá! Y cuando se presenten problemas, por más duros y difíciles que parezcan, confía en que encontrarás la fuerza y los recursos para resolverlos. La fe es clave para vivir en abundancia, por eso, no es casualidad que la primera sílaba de la palabra felicidad es fe.
2. Deshazte de todo lo que no sea útil o traiga discordia. Bien sea una relación, un trabajo o un armario viejo que ocupa espacio. Hasta que no sueltes lo que no te beneficia, no abrirás espacio para que lleguen nuevas y mejores oportunidades. Una vez sales de lo que no sirve, recibirás lo que Dios tiene guardado para ti. Sólo lo que sea provechoso y te de felicidad.
3. Nunca te alejes de los que te quieren. Tu trabajo, tu cuenta bancaria, o un lujoso automóvil no se ocuparán de ti cuando estés enfermo o triste, tus amistades y parientes sí lo harán. ¿Sabes cuál es el común denominador entre las personas que aseguran ser felices? Es tener relaciones auténticas y cercanas con sus familiares y amistades. Manténlos cerca.
4. Disfruta el presente: Esta lección la aprendí de mi abuelita, quien a sus 99 años, es independiente, saludable y feliz. Ella dice: “No guardes nada para una ocasión especial; usa tu vajilla fina, prende las velas decorativas, abre la botella de buen vino, ponle a tu cama el edredón elegante y siempre viste ropa interior bonita… ¡Hoy es especial!”.
Pon en práctica estas enseñanzas y te aseguro que vivirás un año más feliz y con menos complicaciones. ¡Feliz 2012! - (Por María Marín/Especial El Nuevo Día).
No hay comentarios:
Publicar un comentario